martes, 2 de septiembre de 2014

SUFRIR COMO UN PERRO…Y LA CULPA LA TIENEN UN SAPO Y UN PIOJO.


….podría haberlo titulado ”La profesión va por dentro” o “Entreno y progreso”, que desde luego habría sido políticamente más correcto, pero si quiero reflejar en pocas palabras el motivo de este artículo…el título, sin duda alguna, sería éste.
Llevo bastantes años practicando este SIMPLE deporte y digo simple porque aparentemente sólo hay que entrenar duro cada día (aparte de asimilarlo, una correcta planificación de la temporada, trabajos de técnica de carrera, nutrición, visitas fisio, y así un largo etc…) para simplemente correr más y tener más resistencia que los demás….hasta ahí todo bastante sencillo.


Cuando uno está bien lo siente…  es muy fácil de identificar pues los ritmos rápidos de ir a 3'10'' se ven fáciles o al menos asequibles, también durante los entrenamientos terminamos bastantes satisfechos después de habernos pegao la panzá a series y luego, durante la competición nos sentimos muy seguros de nosotros, aplicamos tácticas durante la carrera, observamos de tú a tú a nuestros rivales de grupo e incluso nos atrevemos con alguna escapada en solitario para romper la carrera.

Pero que ocurre cuando no se está entrenado??...me atrevería a decir que es mucho más fácil de identificar y es aquí donde entran en acción el sapo y el piojo.
La mejor manera de averiguarlo es ir a refrescarse a la famosa fuente donde dicen que viven y si la encuentras me avisas, porque en las varias ediciones que pasé junto a la del sapo si llegué a verla fue por efectos de un espejismo debido al shock de lactato de haber llegado hasta ese remoto paraje a 3:30 y aun así (iluso de mí) mantenía la esperanza de encontrarla este año. Pero para más inri tampoco pude refrescarme ni en la del piojo que se me antojaba aun mejor lugar y que además me habían recomendado.


Es curioso la sensación que te transmite tu cuerpo cuando afrontas una ”gesta” sin estar entrenado y lo pongo entre comillas porque alguno que lo lea y practique los ultras de montaña se echará a reír.
Como digo todo es relativo y una simple distancia de apenas 10K, bajo un sol sofocante y dos fuentes imaginarias te hacen ver muchas cosas… por ejemplo y empiezo a relatar…. que cuando apenas llevas unos cientos de metros de carrera las sensaciones no son exactamente de fluidez ni mucho menos, que además ves el grupo donde en teoría deberías poder ser capaz de seguir y bajo tu atenta mirada son superheroes inalcanzables… por eso te quedas en un segundo grupo, también de buenos atletas y los vigilas pero no para atacarles (Dios me libre!!) sino rezando para que ninguno te deje tirado…ya no existen tácticas de carrera, ni tonterías de esas…vas deprisa y tu cuerpo te dice que te has columpiado y de que habías elegido un mal día para probarte o mejor aún tu gran error fue retar al sapo....y de paso al piojo.

Por fin coronas la cumbre mirando por donde podrías pisar al put…. piojo y acordándote de todas las cañas y mojitos de este verano y cuando afrontas lo últimos 4K que en teoría son cuesta abajo, ni tan siquiera  puedes alargar la zancada, tus compañeros de grupo te acechan si no se ha marchado ya y tu piensas para tus adentros… Jose, líate la manta a la cabeza, ponte el mono de trabajo y que vayan pasando los kilómetros lo mejor posible.
Ves la meta a lo lejos y no esprintas ni aunque pudieras ganar 2 o 3 posiciones (no fue este el caso) solo piensas en llegar y sentarte…. y al fin, cuando cruzas la línea de llegada solamente te alegras por haber llegado vivo ante tal reto y sufrimiento al que has sometido a tu cuerpo y recoger tu melón.


Luego los reflexiones son largas y extensas pero se aprenden muchas cosas…te das cuenta de que el entrenamiento es el único gran secreto de este deporte y aprendes a valorar el mérito que tiene hacer buenas marcas y mantener ritmos fuertes cuando llegas a ese punto de forma física en el que te sientes invencible (aunque siempre viene alguien y lo jode)…el caso es que has sometido a tu "mimado" cuerpo a una agonía a la que no suele estar acostumbrado…lo has llevado al límite sin tenerlo preparado.
 
El sapo es sabio y sino también está el piojo para recordártelo…se afronta una nueva temporada y vuelves a darte cuenta de lo sacrificado y duro que es conseguir un buen estado de forma.
Por mi parte es la última temporada como vet B y me doy cuenta de que cada día se aprenden cosa nuevas e importantes con este “simple deporte”.
 
Mucha suerte a todos y que se cumplan todos vuestros objetivos atléticos esta próxima temporada... y si alguien se encuentra al sapo por el camino que recuerde que solo hay que entrenar más duro....la cosa es simple.

5 comentarios:

  1. MAKINA!!!!!!!!!!!!!!1 UN EJEMPLO A SEGUIR!!!

    ResponderEliminar
  2. Felicidades por esta sencilla y amena descripción del "sapo y el piojo", que mas de uno de nosotros, y cada cual a su nivel, se puede identificar así mismo. El que suscribe, que te sigue a "kilómetros de distancia" y con "menos velocidad", aprecio "parecidas sensaciones".
    Continúo con la felicitación por ese palmarés deportivo que tienes y el tesón y entusiasmo que transmites a los demás.
    Felicidades nuevamente y los mejores deseos para la nueva temporada.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Tan solo suscribir las palabras de Antonio. Yo sentí lo mismo a mi nivel y a km de ti.

    ResponderEliminar
  4. Qué identificado me siento! Está claro que todos antes o después pasamos por esas sensaciones, y efectivamente, la satisfacción de pasar por ahí para llegar al objetivo es doblemente gratificante.
    A seguir duro tocayo!

    ResponderEliminar
  5. Muy buena carrera pese a no estar entrenando. También tenemos que descansar en vacaciones. A por una nueva temporada, campeón.
    Saludos

    ResponderEliminar