….podría haberlo titulado ”La profesión va por dentro” o “Entreno y progreso”, que desde luego habría
sido políticamente más correcto, pero si quiero reflejar en pocas palabras el
motivo de este artículo…el título, sin duda alguna, sería éste.
Llevo bastantes años practicando
este SIMPLE deporte y digo simple porque aparentemente sólo hay que
entrenar duro cada día (aparte de asimilarlo, una correcta planificación de la temporada, trabajos
de técnica de carrera, nutrición, visitas fisio, y así un largo etc…) para simplemente
correr más y tener más resistencia que los demás….hasta ahí todo bastante sencillo.
Cuando uno está bien lo siente… es muy fácil de identificar pues los ritmos rápidos
de ir a 3'10'' se ven fáciles o al menos asequibles, también durante los entrenamientos
terminamos bastantes satisfechos después de habernos pegao la panzá a series y
luego, durante la competición nos sentimos muy seguros de nosotros, aplicamos
tácticas durante la carrera, observamos de tú a tú a nuestros rivales de grupo e
incluso nos atrevemos con alguna escapada en solitario para romper la carrera.
Pero que ocurre cuando no se está
entrenado??...me atrevería a decir que es mucho más fácil de identificar y es
aquí donde entran en acción el sapo y el piojo.
La mejor manera de averiguarlo es
ir a refrescarse a la famosa fuente donde dicen que viven y si la encuentras me avisas, porque
en las varias ediciones que pasé junto a la del sapo si llegué a verla fue por
efectos de un espejismo debido al shock de lactato de haber llegado hasta ese remoto paraje
a 3:30 y aun así (iluso de mí) mantenía la esperanza de encontrarla este año. Pero
para más inri tampoco pude refrescarme
ni en la del piojo que se me antojaba aun mejor lugar y que además me habían
recomendado.
Es curioso la sensación que te
transmite tu cuerpo cuando afrontas una ”gesta” sin estar entrenado y lo pongo
entre comillas porque alguno que lo lea y practique los ultras de montaña se
echará a reír.
Como digo todo es relativo y una
simple distancia de apenas 10K, bajo un sol sofocante y dos fuentes imaginarias
te hacen ver muchas cosas… por ejemplo y empiezo a relatar…. que cuando apenas
llevas unos cientos de metros de carrera las sensaciones no son exactamente de fluidez ni mucho menos, que además
ves el grupo donde en teoría deberías poder ser capaz de seguir y bajo tu atenta mirada son superheroes
inalcanzables… por eso te quedas en un segundo grupo, también de buenos atletas
y los vigilas pero no para atacarles (Dios me libre!!) sino rezando para que
ninguno te deje tirado…ya no existen tácticas de carrera, ni tonterías de esas…vas
deprisa y tu cuerpo te dice que te has columpiado y de que habías elegido un
mal día para probarte o mejor aún tu gran error fue retar al sapo....y de paso al piojo.
Por fin coronas la cumbre mirando
por donde podrías pisar al put…. piojo y acordándote de todas las cañas y mojitos
de este verano y cuando afrontas lo últimos 4K que en teoría son cuesta abajo, ni tan siquiera puedes alargar la zancada, tus compañeros de
grupo te acechan si no se ha marchado ya y tu piensas para tus adentros…
Jose, líate la manta a la cabeza, ponte
el mono de trabajo y que vayan pasando los kilómetros lo mejor posible.
Ves la meta a lo lejos y no
esprintas ni aunque pudieras ganar 2 o 3 posiciones (no fue este el caso) solo
piensas en llegar y sentarte…. y al fin, cuando cruzas la línea de llegada
solamente te alegras por haber llegado vivo ante tal reto y sufrimiento al que
has sometido a tu cuerpo y recoger tu melón.
Luego los reflexiones son largas
y extensas pero se aprenden muchas cosas…te das cuenta de que el entrenamiento es
el único gran secreto de este deporte y aprendes a valorar el mérito que tiene
hacer buenas marcas y mantener ritmos fuertes cuando llegas a ese punto de
forma física en el que te sientes invencible (aunque siempre viene alguien y lo
jode)…el caso es que has sometido a tu "mimado" cuerpo a una agonía a la que no suele estar
acostumbrado…lo has llevado al límite sin tenerlo preparado.
El sapo es sabio y sino también está
el piojo para recordártelo…se afronta una nueva temporada y vuelves a darte
cuenta de lo sacrificado y duro que es conseguir un buen estado de forma.
Por mi parte es la última temporada como vet B
y me doy cuenta de que cada día se aprenden cosa nuevas e importantes con este “simple
deporte”.
Mucha suerte a todos y que se
cumplan todos vuestros objetivos atléticos esta próxima temporada... y si alguien se encuentra al sapo por el camino que recuerde que solo hay que entrenar más duro....la cosa es simple.